Add parallel Print Page Options

―Gracias, mi señor, rey —contestó ella—. Yo llevaré la culpa si lo critican a usted por ayudarme de esta manera.

10 ―No te preocupes. Si alguien te amenaza, avísame. Yo puedo asegurarte que jamás volverá a molestarte.

11 Entonces ella dijo:

―Júreme por Dios que no permitirá que nadie le haga daño a mi hijo. No deseo más derramamiento de sangre.

―Prometo por Dios —respondió él— que ni un solo cabello de tu hijo caerá a tierra.

Read full chapter